Vestido con su mejor traje, el Gallo Kirico se dirije hacia una boda muy especial, hasta que se encuentra un gusano enterrado entre un montón de caca. A pesar de eso acaba comiéndoselo, llenandose el pico de caca.
Kiriko siempre había sido un Gallo antipático y egoísta, así que a la hora de pedir ayuda a los demás para que le limpien, no lo hace amablemente, lo cual provoca que nadie quiera ayudarlo.
Con esta historia los niños aprenderán valores como la amabilidad o la generosidad, a través de ilustraciones llenas de elementos interactivos para que los más pequeños disfruten jugando y aprendiendo.
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